El Atelier es un espacio de aprendizaje que da libertad al descubrimiento y en la que el alumno aprende sin necesitar que el adulto le dirija activamente la actividad.
La metodología está basada en una ley fundamental que según Malaguzzi: “Si se hacen cosas reales, también son reales sus consecuencias”, y está centrada en el potencial del niño y niña como creador de su propio aprendizaje.
En este espacio investigan, descubren y manipulan diferentes tipos de materiales desarrollando a través de ellos su propio lenguaje.
Este aprendizaje es un complemento ideal a lo que el niño aprende en el aula, ya que amplia conocimientos ya adquiridos y aborda experiencias desde otro ámbito.
De este modo, se fomenta también el desarrollo de las inteligencias múltiples, dando prioridad a la inteligencia espacial, artística, natural y creativa.
En este espacio no es tan importante el resultado final como el proceso, la evolución y comprensión que sigue cada niño, donde cada cual expresa, experimenta, crea, descubre y va adquiriendo al mismo tiempo un mejor conocimiento de sí mismo.
El papel del docente es de guía, observación, escucha del niño y reflexión, dejando que él tome la iniciativa. Las familias también tienen una papel activo, ya que pueden colaborar aportando materiales e incluso participando en diferentes talleres que se puedan ir organizando.