La pisocmotricidad vivenciada nace en los años 70 de la mano de Bernard Aucoutier.
En una sesión de psicomotricidad, se propone a los niños y niñas un tiempo y unos objetos (módulos de goma espuma de diferentes dimensiones) para que se expresen psicomotrizmente.
Esta expresión se produce de forma espontánea, según sus deseos, necesidades, intereses ritmo, etc.
El profesor o profesora no impone nada, ni dirige, el niño es libre de elegir sus actos porque esos actos son los que verdaderamente tienen un significado para él. Por tanto, se acepta la individualidad de cada niño o niña.
Este tipo de psicomotricidad permite avanzar desde la sensoriomotor hacia lo simbólico y, más adelante, la representación.