La orientación educativa debe ser inclusiva; el papel de la orientación no es etiquetar ni diagnosticar, nuestro papel es identificar las potencialidades de nuestros alumnos y trabajar desde ellas.
Desde el Departamento de Orientación, Lina, Marta, Raquel y Delia apuestan por que el rol de la orientación sea el de acompañar, guiar y asesorar para caminar juntos hacia la inclusión. Una evaluación psicopedagógica enmarcada en este paradigma no se centraría en la supuesta normalidad, nuestra evaluación profundiza en perfiles neuroevolutivos diversos todos ellos, y habla de neurodiversidad, de dignidad humana, de calidad de vida y de ética.
Intentamos que se supere la dicotomía entre capacidad y discapacidad, que no nos quedemos con la idea de que las personas con discapacidad lleguen a ser tan capaces como las demás, sino que se aceptan todas las expresiones de funcionamiento como válidas y cada persona incorpora al aula su diversidad y su propio funcionamiento.
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