La dislexia es un trastorno específico del aprendizaje de la lecto-escritura. Equivocadamente se piensa que la persona con dislexia es la que cambia letras, palabras y/o números, en ocasiones se piensa que no tienen aptitudes para estudiar o que no tienen ganas de hacerlo.
En realidad la dislexia es mucho más que cambiar palabras o números, los síntomas o dificultades son más y en diferente grado, se trata de la dificultad del aprendizaje con mayor porcentaje en la población y una importante causa del abandono y fracaso escolar. Las personas con dislexia son igual de inteligentes que los demás, con grandes aptitudes creativas y con gran capacidad de trabajo y sacrificio, que con las herramientas adecuadas pueden llegar a conseguir todo lo que se propongan, ya que las dificultades de la dislexia se basan en una manera de aprender diferente, no imposible.
La causa de la dislexia era desconocida durante décadas, pero recientes estudios han descubierto la causa de este trastorno neurológico, usando las técnicas más avanzadas de las que se disponen hoy en día, como son una nueva técnica de resonancia magnética por imagen (MRI) denominada DTI, la cual, ilumina las zonas del cerebro activas mientras el paciente hace tareas de lectura y demás, y las modernas técnicas de computación que permiten detectar la conectividad entre unas zonas y otras: tanto las conexiones estructurales, o estables, como las funciones que dependen de la tarea.
La dislexia se clasifica: